EXPOSICIÓN
Si a nuestro Yorkie pensamos presentarlo en exposiciones, deberemos extremar el cuidado del pelo. Durante la época de cachorro los cuidados serán los mismos que para el cuidado casero, pero, en cuanto cumpla un año de edad, hay que empezar a recogerle el pelo en paquetes, poniéndole un pijama para que no se los roce.
No debemos olvidar que, en el pelo, se refleja el estado de salud de un perro. Un pelo lustroso y brillante nos indica un perro saludable. En cambio, si el pelo es mate y quebradizo, nos indica que el perro no está en perfectas condiciones.
Para ello, la alimentación es de vital importancia. Nosotros somos partidarios de la comida preparada, de esta forma, no es necesaria ninguna aportación extra de calcio o vitaminas. Un buen pienso de gama alta de una marca de prestigio viene ya perfectamente equilibrado con todos los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios para una alimentación correcta y sana.
Para una exposición canina el pelaje se deja largo, y puede ser recortado hasta que su longitud llegue al suelo para facilitar el movimiento y un aspecto más pulcro. El pelo de las patas y las puntas de las orejas también se puede recortar.
El manto largo tradicional es de mantenimiento intenso. Para prevenir que se maltrate, la capa de pelo debe ser envuelta en papel de arroz, papel de seda, o plástico, después de un ligero aceitado con un poco de aceite de almendras. El aceite tiene que ser lavado una vez al mes y las envolturas deben fijarse periódicamente durante la semana para evitar que se deslicen hacia abajo y se lastime el pelo. El elaborado cuidado del pelaje se remonta a los primeros días de la raza. En 1878, John Walsh describe preparaciones similares: «el pelo está "bien engrasado" con aceite de coco, el perro se baña cada semana, y las patas del perro son "cuidadosamente metidas en medias".